Busco pintor que no cobre por pintar.
Busco constructor que no cobre por construir.
Busco diseñador que no cobre por diseñar.
Parece un chiste, una humorada de mal gusto. Pero no, hace poco recibimos un pliego para una licitación que solicitaba el diseño e impresión de tres materiales y especificaba textualmente: “diseñar los productos solicitados sin costo alguno adicional”, es decir, busco diseñador que no cobre por diseñar.
Cuando uno lee esto, aparte de una inflamación de hígado y la brutal gastritis, se pregunta: ¿por qué estos sujetos no hacen como muchos otros clientes y van directo a una imprenta para obtener un deficiente diseñito gratis?
La respuesta, de propia voz de dicho “cliente”, es aún más inverosímil: “No, no queremos una imprenta, es que somos una organización muy seria y respetable que desea tener muy buena imagen hecha por un destacado equipo de creativos y diseñadores…”.
O sea, quieren buen diseño gratis y que la agencia gane algunos pesos por la supervisión de la impresión, que en definitiva es otro trabajo, con otro costo.
¿Hacia donde va la industria publicitaria?
Quieren nuestra creatividad, pero ya no quieren pagar por la reproducción de la misma (comisión de difusión de medios), quieren gente talentosa pero que viva del aire, porque no la quieren pagar. Quieren un servicio eficiente, pero te regatean hasta el último centavo.
¿Los clientes no se dan cuenta que gran parte de su utilidad está en la imagen de marca?, ¿qué gran parte de sus ventas esta ligada al trabajo publicitario?
¿Realmente se pusieron con un lápiz y un papel para calcular los beneficios (léase dinero, posicionamiento, valor de marca) que ganan, a partir de nuestras ideas y trabajo?
Parece que no.
Como siempre Bolivia camina en sentido contrario, hoy en todo el mundo el valor de las ideas crece y es mejor pagado, en nuestro mercado no.
¿Dónde esta el problema? Somos las agencias que nos comemos unas a otras o algunos de los clientes no tienen la experiencia y el conocimiento?
Este es un caso de la vida real, y digo uno, porque no me alcanzaría el año para poner en esta queja publica, las solicitudes insólitas que recibimos todos los días y que, en muchos casos, lindan con la ofensa a nuestra capacidad, trabajo y trayectoria.
Por eso, la próxima ves que llegue a tu oficina un gracioso gerente de marketing, un ingenioso empresario, o un puntilloso comunicador oenegero y, con cara de palo, te pidan que le des ideas sin cobrar, por favor no lo hagas. Todos quienes trabajamos en esto te lo agradeceremos.
Diego Massi Nápoli
Director General
Gramma DRAFTFCB
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